Conversación Tópica I



—Mario. ¿Qué te pasa? Estás muy callado.
—Nada.
—¿Seguro?
—Sí.
—¿Seguro?

(silencio)

—En el instituto nos hicieron escribir una redacción.
—¡Anda! ¿Y de qué la hiciste?
—Pues del campo. De cuando vamos de excursión por ahí y nos dicen que nos fijemos en las hojas... o en los animales. Creí que estaría bien describirlo ya que hace mucho que no nos sacan de excursión—ríe—.
—Vaya, suena bien.
—No.
—¿No suena bien? —sonríe.
—Sí. Pero a la profesora no le ha gustado. Dice que es... —leyendo un recorte de papel hasta entonces oprimido en el puño izquierdo— "demasiado típica y tópica".
—Entiendo. ¿Y tú qué crees? ¿Lo es?
—¿El qué?
—Tópica.
—Pues no estoy seguro.
—Ya. Vamos, que no sabes qué es eso y nadie te lo han explicado, imagino.
—No. Ha dicho que era muy difícil y que no lo iba a entender.
—Bueno pues si no te ayuda esa profesora lo hará tu madre. Empezaremos por un chiste:

La mujer inspira y se prepara para falsear un forzado acento sureño

—Estos son tres policías que están tomando una caña en un bar. Uno es americano, el otro inglés y el tercero andaluz.
—Español, ¿no?
—Hombre hijo si es andaluz...
— Ya pero has dicho inglés, americano... no puedes decir andaluz, tendría que ser español.

La madre cuenta hasta cinco, sonríe y prosigue.

—Tienes razón, pero es importante que sea andaluz. Es un español andaluz.

El caso es que están los tres ahí charlando y se levanta el policía inglés un poco la camisa y les enseña al resto una cicatriz de tres centímetros y medio mientras dice:
-"London city"
Va el americano, y muestra otra en la espalda de cinco centímetros y explica:
-"New York city"
Por último el español.... andaluz. Repite el gesto de sus compañeros y exhibe otra cicatriz, esta vez de un palmo entero y comenta orgulloso:
-"Apendi-sity".

El chico queda impasible, inexpresivo. Esperando el final de un chiste que nunca llega.

—Mira, a papá le ha hecho gracia. A ti ni pizca, ¿no? Tienes razón, era muy malo.
—No, si aún tendrá razón la profesora : esto es muy chungo de entender. Yo no veo lo divertido de tener apendicitis.
—Vale, fallo mío. Probemos con otra cosa: ¿Cómo es Homer Simpson?
—¿Homer?Pues no sé... tonto, bobo ...y un vago.
—Y sin embargo a ti te hace mucha gracia. ¿Por qué?
—Claro. Pues yo qué sé, porque se cae y se hace daño por chorradas y además, siempre le toman el pelo al pobre.
—La cosa es que tú sabes que es un tonto y esperas que se comporte como un tonto. Sabes incluso que se hará daño o le tomarán el pelo pero eso no impide que te rías. Un tonto, un vago... vaya, ¿y qué me dices de Lisa?
—Lisa es una empollona. Y más lista. Mucho más.
—Vale. ¿Dime ahora a quién te recuerda Homer Simpson?
(Silencio)
—Al gordo de Padre de Familia. ¡Y al tío José! —ríen— Marta se parece un poco a Lisa, ¿eh?.
—¿Y conoces más niñas o chicas como ella, ¿no?
—Me temo que sí. En mi clase hay tres. Pero todo esto qué tiene que ver con los tópicos? ¿Y con mi redacción?
—Mucho. Mira este cuadro. ¿Qué ves?



—Hay gente comiendo en una mesa y hablando.
—A ver, Mario. Esto es la Santa Cena.
—¡Ah! Sí, lo del jueves santo. Pero ¿no se llama "La última cena"?
—Tanto da. ¿Te gusta?
—Sí, tiene muchos siglos, ¿no? Es bonito. Pero un poco oscuro. Y soso. Aunque bueno... una cena no da para más. —sonríe la madre.
—En eso te equivocas, durante siglos la religión ha sido el primer y en muchos casos único tema de pintura y escultura para prácticamente todos los artistas. Aquí, en Occidente, además, la pintura cristiana y especialmente cuadros como los de la Última Cena se hicieron tan míticos que un pintor al llegar a una edad no era bueno si no ilustraba una Santa Cena a su manera. Todos con su versión del cuadro. No sé si me entiendes. hijo.
—Creo que sí. Que les dio por ahí. Es como ahora que parece que quien no tienga la Play o Internet es el margi de la clase.
—En cierto modo, sí—ríe—. Así que pensando en videojuegos, ¿eh? Pues mira esto. ¿Qué ves?


—¡Anda! Son los del juego ese de antes del Mario Bross.
—¿De antes? —Parece contrariada—Pues bien que sacan nuevas ediciones cada año. Bueno, ¿y qué están haciendo? ¿no notas nada raro?
—Que está el Pikachu y no son del mismo tiempo.
—No hombre no... me refiero al cómo están retratados los personajes, el fondo... Fíjate bien en los dos dibujos.
—¡Pero si están puestos igual! Qué gracioso.
—A ver si te gusta más éste otro.
—¡Ahi va, los Simpsons!


—A veces, hay elementos que se repiten en todo lo que creamos aunque no siempre nos demos cuenta. Es imposible partir de cero. Para escribir, por ejemplo, necesitamos palabras, pero también ideas previas. Aquí está claro que la composición de la Última Cena se repite adrede, pero en ocasiones, esas ideas o estructuras no son tan visibles y puede incluso que las usemos sin ser conscientes de que lo hacemos.
—Oye mamá, ahora sí que me he perdido.


CONTINÚA EN CONVERSACIÓN TÓPICA II


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